Naturalismo tenebrista

Dentro de los parámetros marcados por la Iglesia, el naturalismo caravaggesco va a ser una de las respuestas más inmediatas y concretas a las nuevas necesidades. Caravaggio, uno de los primeros artistas con leyenda negra, establece unos rasgos estilísticos que causaron furor en la Europa contrarreformista del siglo XVII. La pintura de esta Escuela trabaja por norma general en óleo sobre lienzo. Son cuadros de gran formato, con pocas figuras de tamaño casi natural, a veces incluso mayor. Si pensamos que estos lienzos se colgaban a una altura media de metro y medio o dos metros sobre el suelo, el visitante que penetra en la oscuridad de una iglesia quedaba prontamente captado por la imagen enorme que ofrecía el lienzo. La escasez de figuras y espacio implicaba una escena sencilla, con pocos personajes y una acción a lo sumo. El momento escogido tenía que ser, por lo tanto, relevante dentro de la historia bíblica que se narraba. Por ejemplo, en la Judit y Holofernes de Artemisia Gentilleschi sólo se ven tres figuras y la acción es la más descriptiva de la historia: el momento en que la heroína corta la cabeza del jefe asirio. El resto de la historia se resume en detalles: la presencia de la esclava que mira furtiva a un lado, es decir, están en una acción clandestina, protegidas por la discreción de la noche. Judit se aparta con repugnancia de la sangre que brota, es decir, no es una asesina sino alguien que lleva a cabo un deber. Son sólo algunos ejemplos. Además de lo comentado, el hecho de que se denomine Naturalismo se debe a que para acercar la imagen al espectador se practica un arte no idealizado, que no oculta los defectos de los personajes, que escoge a éstos de entre los habitantes de la ciudad, con rostros curtidos, arrugados... De Caravaggio se criticaba que le pintaba la suciedad de los pies a sus santos. El adjetivo "tenebrista" se debe al manejo virtuoso del claroscuro, técnica que ya se conocía pero que se usaba con gran mesura. Consiste en acentuar los contrastes entre zonas iluminadas y zonas en sombra; este efecto había obtenido logros espectaculares en arquitectura, pero Caravaggio fue el primero en utilizar hasta sus últimas consecuencias dicho claroscuro. Así, hay fondos neutros que se pierden en la oscuridad, donde no se intuye ningún espacio, ningún personaje más. Y en contraste, se realzan violentamente rostros, manos, telas, con focos de luz laterales y diagonales, que inciden sobre las superficies aplanando su volumen y creando un ritmo interno de la composición basada en el juego lumínico. Este juego produce un efecto espectacular y fue una de las claves del éxito de dicha Escuela. Los temas, como ya se ha mencionado, son mayoritariamente religiosos, eluden normalmente el paisaje y renuevan el concepto de bodegón, siendo con los caravaggistas cuando aquél comienza su andadura como género independiente. Los principales autores del caravaggismo se centraron en Roma, donde estaba su mayor clientela, pero hubo también un foco vital en Nápoles, donde la tendencia española dominaba gracias a la influencia de Ribera. En Roma, además de los ya mencionados Caravaggio y Artemisia Gentilleschi, destacan por su maestría el padre de Artemisia, Orazio, y como futuros tránsfugas, Guido Reni y el Guercino: ambos se inician en una versión suavizada del tenebrismo y terminan por pasar a las filas de los Carracci, para practicar un idealismo más acorde con la evolución del gusto cortesano. La incidencia del caravaggismo fue internacional. Las escuelas más afortunadas en su adaptación fueron la del Barroco sevillano, loscaravaggistas franceses y los de Utrecht, aunque el estilo en general impregnó toda la producción del XVII y posterior, y aunque los pintores no se incluyeran dentro de una Escuela concreta tenebrista: son los casos deRembrandt o Lievens.

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